Hoy no traemos ningún grupo, sino un sello discográfico de suma elegancia en el que militan artistas de formación clásica que funden lo orgánico y lo electrónico. Nils Frahm, Ben Lukas Boysen, Olafur Arnalds, Peter Broderick o Rival consoles son algunos de sus estiletes. La discográfica, Erased tapes, ha lanzado un recopilatorio con canciones de estos y otros músicos, con la peculiaridad de que el título del álbum, así como el de las canciones y sus autores, aparecen en código morse. En la web de Erased tapes se aclara el porqué: "Toda esa información, todo ese ruido... Por mucho que pueda ayudar a dar contexto, también quita algo. Qué sensación tan maravillosa es simplemente escuchar y dejar que la música hable por sí misma sin prejuicios ni la necesidad de referencias". Y sí, hay algo de liberador en escuchar la música así, y ya luego, si acaso, indagar. Así que hoy el género va de una pieza. 50 minutos tienen la culpa.