McEnroe: "Astillero" (de Las orillas, 2012)
Esperaba
en el coche. Llovía. El agua que resbalaba por el cristal difuminaba
los contornos de los edificios, que parecían mecerse con la música,
música que ayudaba a reconocer el
momento
y ayudaría a fijarlo en la memoria. Los paraguas y los chubasqueros
le arrancaban a la noche jirones de color. Las luces de los coches y
los neones me trasladaban a uno de esos planos-cuadro de Won Kar-wai.
Así quise también grabarlo, mientras el cristal iba empañándose
con el calor que salía de mi cuerpo y de la música.
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