Nils Frahm:"Spells" (de Encores 2)
domingo, 27 de enero de 2019
domingo, 13 de enero de 2019
DIDO
Dido: "Everything to lose" (B.S.O Sex and the city 2, 2010)
No es la de Dido una voz que digamos especial, ni hace nada que no se haya hecho mil veces: canciones pop de letra casi siempre amorosa y con querencia a los medios tiempos. Pero misteriosamente está su música tocada por ese no sé qué del que habló Feijoo, pacientemente esparcido en 4 álbumes de los que preferimos el último, el más electropop, sin que la invitación al movimiento merme la limpieza del sonido ni la finura de unos arreglos marca de la casa. Detalles como, por ejemplo, el loop sincopado en 1:45 de "Everything to lose", la canción de este sábado. O, en End of night , el puente en 2:43, tan Cocteau twins. O la serenidad de No freedom, cuyo "no love without freedom, no freedom without love" siempre me recordó el cernudiano "libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien". O Thank you, que nos lleva a la serena alegría de Everything but the girl. Y tantas otras que enlazaríamos por esto y por aquello, por lo dicho, por nada y por todo. Para mayor contento, sus 40 millones de discos vendidos en 20 años de carrera nos recuerdan algo tan de pero grullo como fácil de olvidar: que hay por el mundo gente con gusto.
martes, 8 de enero de 2019
2 SUSTOS
En la Plaza
Mayor de Lugo, Andrea me pregunta quiénes son los dos romanos de una estatua.
–Pues unos
señores que vivieron aquí hace muchos años.
–¿Y se han
morido?
–Pues sí, se
han muerto.– Y tras un silencio que augura lo peor,
–¿Papá y mamá
se van a morir?
A la mañana
siguiente, una pareja de gitanos con dos niños rebuscan en unos contenedores.
La madre abre uno y, tras mirar el padre, coge a la niña y la mete dentro para
que vaya sacando cosas. A Andrea, a la que no se le escapa una, apenas le sale su más
sufrida vocecilla: “¡Han ponido a la niña en la basura!”
Qué sustos,
y qué decir.
domingo, 6 de enero de 2019
MÁS AFORISMOS DE JLGM
En el
prólogo de Todo lo que se prodiga cansa señala José Luis García Martín
que encargó la selección de sus aforismos a sus amigos de la tertulia Óliver.
Espigando en 4 o 5 libros suyos y en Café Arcadia, en su día fui anotando en una libreta algunos otros
que no están incluidos, creo, en la antología de La isla de Siltolá. Ahí van.
▪ ▪ ▪
Como nube en el cielo, la belleza
que pasa sin mirarte.
Y de pronto una sonrisa, la mayor
amenaza.
El verbo admirar, como el verbo
amar, no admite el imperativo.
Mira qué amargo castigo. / La mujer
que yo más quiero / vive en mí, mas no conmigo.
El amor que nos tienen ata, el amor
que tenemos desata.
Somos del tamaño del amor que nos
tienen.
Puedo calcular lo que he perdido
confiando en los demás; lo que he ganado de la misma manera es incalculable.
Hablaba mucho y luego, arrepentido,
callaba mucho. Se equivocaba dos veces.
La libertad no hace a los hombres
felices; los hace, simplemente, hombres.
Lo que hemos creído o querido ser no
nos define menos que lo que finalmente hemos sido.
Mis pasos se alejaron de mis pasos.
Llévame a casa, / niño que una vez
fui. / Ando perdido.
La falsa modestia es una
descortesía, una fatigosa solicitud del elogio ajeno.
Aquellos poetas eran todos tan
originales que no había manera de distinguirlos a unos de otros.
La novedad en literatura no es un
punto de partida, sino de llegada.
Los poemas comienzan en el punto
final.
La poesía es impersonal, sopla donde
y cuando quiere, al igual que el viento; no pertenece al nombre que hay escrito
al pie.
Junto palabras / como cuando era
niño / piedras del río.
No solo de líricos merengues vive el
hombre. Quien aspira a ser sublime a todas horas solo conseguirá ser ridículo
la mayoría de las veces.
Los libros y las personas
inteligentes tienen algo en común: no es necesario estar de acuerdo con ellos
para estar de acuerdo con su compañía.
Cuando uno se cansa de buscar, da el
nombre de lo que buscaba a aquello que ha encontrado.
El Estado es cosa de la cabeza y del
bolsillo, pero la patria es cosa del corazón. (…) No me diga usted cuál es mi
patria. Eso tiene que preguntármelo, soy yo quien lo sabe.
Encontrar los problemas resulta
fácil. Encontrar la manera de solucionarlos sin crear problemas mayores es lo
difícil.
En política, tener razón no basta
para tener razón.
¿Por qué habrá más tontos en la
izquierda que en la derecha?
Claro que creo en Dios, lo que no
creo es que exista.
Las diversas religiones me parecen
como imperfectas traducciones de una lengua única. Una lengua que quizá no
existe.
Para el creyente, todas las
religiones son falsas, salvo la suya. Para el ateo, todas son verdaderas,
prodigiosa creación del ser humano, ese curioso animal al que no le basta la
realidad y necesita inventarse otras, no menos irreales.