PACIENCIA

¿Para cuándo una estadística que recoja, una ponencia que analice, un documento que considere, una investigación que reflexione, un examen que estudie o un estudio que examine la incidencia en la creación poética de la supresión de trenes regionales? ¿Lo encargará el equipo Wert? ¿El equipo Pastor? Concomitancias aparte entre borrego (beee) y rehalera (clin clin, celestiales esquilas, clin clin), creo que sólo llegarían a un acuerdo realmente beneficioso para ambos... departamentos. Si al menos pudiéramos contar con el equipo A.

Siempre que viajo en tren sale algo, moneda reluciente del poema, calderilla piadosa de la prosa, y si hay suerte los dos. Viejos y lentos trenes regionales, escuela de paciencia (de estar en paz la ciencia).

DEFINITIVAMENTE DE HOY A UN AÑO

    Definitivamente, creo que ya no se puede mejorar en lo que a la confección de bikinis y trajes de baño femeninos se refiere. Todo tiene un límite. Se me figura que ya los tienen que diseñar ingenieros aeronáuticos, por lo menos. Aunque, ahora que lo pienso, a esa misma conclusión llego, definitivamente, todos los veranos.

 

NO TAN CLARO

    Verbena en el patio de La bombilla, en Llanes, que fue palacio de los duques de Estrada. Escuchamos a la primera de las dos orquestas. Dado el escaso interés musical, nos entretenemos en otros menesteres, como el discreto escrutinio de los asistentes o las un tanto surrealistas coreografías de los músicos. La tirantez entre las dos vocalistas es evidente. Una se lleva todas las miradas. Su pretendida sensualidad roza lo procaz. Sus ropas muestran más que cubren. Todo máscara, es una mezcla de Shakira, Beyoncé y Whitney Houston. Sería imposible dilucidar su edad, o si es morena, rubia o pelirroja. En lo que todo el mundo parece estar de acuerdo es en lo interesante que sería testar en otro ámbito no sé si la flexibilidad de su cintura o la rotundidad de sus caderas. La otra cantante, ni guapa ni fea, no puede evitar que su rostro refleje el cansancio. Ni lo intenta. A cada salida de tono de su partenaire, asoma a su rostro un mohín de desagrado o cruza una mirada de desaprobación con uno de los músicos. ¿Con cuál te quedarías?, escucho preguntar detrás de mí. Hombre, pues está claro, con la misma que tú, responde el otro. No tan claro, pienso yo. Si me preguntaran a mí, tendría a su vez que preguntar por cuánto tiempo, si para una noche o para todos los días.

 

LOS PAISAJES DEL ALMA

Once meses después, de nuevo ante este paisaje del alma, con la playa de Borizo reflejando el sol naciente, el castro de Troenzo enfrente y el mar salmodiando su mantra infatigable, esculpiendo las rocas ola a ola, día a día, siglo a siglo. Cuando regresamos a nuestros santos lugares comprendemos que son santos y son nuestros porque nos devuelven a un yo más cierto. Saben que vamos y no nos desengañan, dice un verso de T. De vez en cuando aterriza en la parcela un gorrión o un colirrojo en busca de alimento. También algún mirlo. Algunos se atreven a aventurarse hasta el avancé. Dan unos saltos, miran ladeando la cabeza y se van con su miga en el pico, pues siempre nos aseguramos de que no se vayan de vacío. Y bien poco piden por bajarnos el cielo.

REALISTA

     Salvo alguna calcinada mañana de resaca jamás llevo gafas de sol. Manías de realista.

SÓLO ESTE MOMENTO

     Quizá lo mejor que me ha dado esta bitácora es que le nacieran unos pocos poemas a sus prosas. Será al revés esta vez, y como casi siempre que juego a verter el verso a prosa lamentaré no haber sabido decir con más lo que en claro se ha dicho con menos.

     Caminaba pensativo hacia la presa, lejos de mí y de todo. Y allí, en aquel lugar, me esperaba la paz que yo a mí me negaba. Quede para la música del verso desglosar la minuta del prodigio. Diré sólo que nadie había allí, salvo acaso mi infancia esperándome, que al agua tutelar eché una a una las penas, y ninguna flotaba, y que mientras me secaba al aire cálido de julio, a falta de papel arranqué una rama seca al sauce que allí sueña y anoté sobre ella unas palabras, tributo agradecido al piadoso, fiel dios del instante. 

DOS RESEÑAS

   José Luis García Martín y Álvaro Valverde escriben sobre Lo breve eterno en sus blogs.