Carabeando por internet en busca del nombre de un árbol encontré este precioso blog. Me gusta, de entrada, su nombre, Árboles con alma, pues siempre creyó uno en el alma de lo vivo y aun de lo no vivo, en su conciencia, que es donde nos nace el amor a la naturaleza y el respeto que las cosas nos piden. Es utilísimo, siempre que estemos dispuestos a considerar útil reconocer tal o cual especie o distinguirla de aquella otra, conocer mejor, en fin, las cosas del campo, que son las cosas de todos. Las fotografías, hechas en distintas épocas del año, van posándose minuciosas sobre las hojas, los frutos, el tronco o las flores. Incluye además el blog poemas sobre árboles. Su administrador, que es el autor de las fotos, y que permanece discretamente oculto detrás de sus árboles, reproduce en la cabecera de la bitácora los primeros versos de un entusiasta y entrañable poema que su abuelo, "ilustre abogado y popular poeta costumbrista altoaragonés, publicó en 1935".
LOS ÁRBOLES
A los niños
La cuna en que nuestra madre
nos mece en la edad primera,
la lumbre de los hogares
de las risueñas aldeas,
el techo que nos
cobija,
los muebles que nos rodean,
las flores que nos perfuman,
los frutos que nos sustentan,
los libros en que estudiamos
y el arca
en que nos entierran
son producto de los árboles
que veis crecer
por doquiera.
(...)
Cristino Gasós
Es alentador que haya quien se ocupe en estas cosas, así que se le ocurrió a uno, por alimentar ese vergel, enviar su poema sobre el abedul, que ya se cimbrea, quién se lo iba a decir, junto a las encinas o el olmo seco de Antonio Machado. Como suele decirse, no se vio en otra.
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