sábado, 26 de noviembre de 2022

ALBAÑILEANDO

Me animo a hacer una chapuza en el garaje. Como siempre con estas gaitas, la cosa se complica, y lo que parece que llevará a lo más una hora nos hipoteca la tarde del viernes (quién te ha visto y quién te ve). Lo apretado del espacio dificulta la operación. He tenido que bajar primero de una repisa las bicis, lo del verano y mil telares más, y luego subirme a ella para empezar a albañilear. La pared no cede al empuje del taladro. Creo que estoy dando en hueso, quizá una bonita viga. Me he cargado ya tres brocas (por suerte había tacos de distinto tamaño tirados por la caja de herramientas), pero si algo tengo claro es que la misión ha de completarse a como dé lugar. Paso de subir otra vez todo, embeberme del black friday en el Leroy Merlin en busca de otro juego de brocas (sección "profesional") y volver a empezar. Entre los coscorrones que me doy contra el techo y otros graciosas pejigueras empiezo a enajenarme. Hago un intento a la desesperada con una broca para madera, y sorprendentemente su afilada punta se abre paso en la pared, aunque poco a poco. Menos mal que aquí abajo Sara y las niñas no pueden oír mi patética arenga al taladro, proferida con voz de energúmeno mientras aprieto los dientes: ¡Penetra, campeón!” Mal que bien, queda puesta la dichosa balda y colocada la pesada carga encima. Paso la aspiradora y vuelvo a poner todo en su sitio. Echo un orgulloso vistazo. La satisfacción por el trabajo bien hecho me deja de excelente humor, no menos que cuando he escrito un poema, así sea de los que tengo por más logrados.

Me ducho y afeito regalando más de lo habitual al cuerpo, como si hubiera pasado diez horas en el andamio. Pongo la lista “Canciones que te gustan” de Spotify. Todas me parecen una maravilla, y la casual transición de unas a otras, afortunadísima: “Pure” de Marsheaux (viva el Eurodisco), “Neon lights” de Annie (viva), “Metal fingers” de Electric president, “Laid” de James. Me acuerdo entonces del primo Aníbal, al que le encanta esta canción, y me imagino a su hermano Javier ladeando escéptico la cabeza antes de recomendar una aria de Bononcini. Pero, le diría, no se puede comer caviar todos los días. Lo importante es que la ensalada nuestra de cada día sea una muy buena ensalada, la mejor. Y, de vez en cuando, caviar.

Marsheaux: "Pure" (de Ebay queen, 2004)

Annie: "Neon lights" (de Neon nights, 2021)

Electric president: "Metal fingers" (de S/T, 2006)

James: "Laid" (de Laid, 1993)

sábado, 5 de noviembre de 2022

MÁS DE ALICE BOMAN

Aquí se pusieron cuatro canciones de Dream on (2020), el debut en largo de Alice Boman, cantante sueca del 87. En ellas se imponía la sencillez y la delicadeza de una voz que se aviene a la perfección a unas canciones de corte íntimo. No son otros los ingredientes del reciente The space between, si bien se amplía la gama de arreglos, sin que por ello se pierda en intimismo. Predominan lo onírico, el modo menor y la sensación de pérdida, pero hablamos de una desolación luminosa cuyas letras exploran el difícil equilibrio entre la búsqueda del amor y, al mismo tiempo, la necesidad de mantener un espacio personal que nos ayude a ser menos vulnerables. Como siempre, se recomienda escuchar los 35 minutos de estas 10 canciones seguidas, con auriculares y estando ya la casa sosegada.

Alice Boman. "Where to put the pain" (de The space between, 2022)