martes, 28 de septiembre de 2021

AQUILINO DUQUE

El mejor homenaje que se le puede rendir a un poeta, vivo o muerto, es leerle. Aquilino Duque nos dejó hace unos días. Es autor de novelas, ensayos, libros de viaje, artículos, traducciones y diez libros de poemas (siete de ellos, más un avance de Entreluces, recogidos en Poesía incompleta, Pre-Textos, 1999). En 2011 La isla de Siltolá editó una antología, Reloj de arena, que acaso sea la mejor puerta de entrada a su obra poética. En ella escribió a modo de prólogo unas líneas tituladas "Ensimismamiento", y en ellas lo que sigue:

"En lo que a mí respecta, siempre he dicho que la poesía es mi punto de partida y mi punto de llegada; que de ella vengo y a ella voy. A través de ella he aspirado a ser una de las pocas cosa serias que se puede ser en el mundo: un portador de valores eternos. Sólo así puede el poeta, o el que por tal se tiene, conservar su verticalidad, mantener su jerarquía, sobrenadar en la miseria moral de unos tiempos de prosperidad (...) La miseria de los tiempos que corren se manifiesta no sólo en la degradación del pensamiento, sino en el encallanamiento de la palabra. Y ahí es justamente donde yo veo la misión redentora del poeta, porque es la palabra del poeta la que siempre queda frente a la palabrería olvidadiza de los que al pueblo lo degradan y lo encanallan. Ahora bien, para decir esa palabra, el poeta tiene que hacer oídos sordos a los ecos de su tiempo, y eso sólo lo va a lograr ensimismándose.

Luego lo dice en verso:

MIS PODERES

La verdad de la patria está en el oro

en que cambia lo verde con el sol del otoño.

También el sol pone amarillos

en las estanterías los lomos de los libros.

Los libros y los árboles, y el otoño entre ellos,

la lluvia en los cristales, la lumbre en el brasero...

Hoy que nadie me escucha, consulto mi memoria

y busco en la hojarasca el oro de las horas,

de las horas mejores, de las pocas palabras

con las que quise y quiero hablar con los que callan,

vivir por los que mueren, recoger del pasado

lo que el futuro espera tendiéndome las manos.

La nave de los campos va aferrando sus velas,

se deshojan los árboles y los libros se agrietan,

y apenas caen dos gotas, la fresca vida estalla

en el fuego incruento de las rojas granadas

que se agrietan y se abren día a día en lo verde

áureo de su arbusto... Ésos son mis poderes.

    (De Las nieves del tiempo)


viernes, 24 de septiembre de 2021

CANCIONES PARA ENTRAR EN EL OTOÑO, I

El guitarrista Thibaut Garcia ha hecho un precioso arreglo para voz y guitarra del clásico de Barbara "Septembre" (1965), canción también conocida como "Quel joli temps". Pero mejor que Barbara la cantó Jean-Claude Pascal, aquí en un directo que emociona. Y qué decir de la letra. "Jamais la fin d´été / n´avait paru si belle. / Les vignes de l´année / auront de beax raisins. / On voit se rassembler / déjà les hirondelles, / mais il faut se quitter / pourtant l´on s´aimait bien. / Quel joli temps / pour se dire au revoir..." Thibaut Garcia ha contado con la voz nada menos que de Philippe Jaroussky. El arreglo es precioso, pero el vídeo qué horterada, como si nos interesaran los maquillajes y las poses para la sesión de fotos, ese culto al artista que estos dos grandes músicos no necesitan y que chirría más cuanto que se hace con una canción prestada. En las antípodas de la sobriedad de Pascal, su sombra y su cigarrillo.

Ph. Jaroussky, Th. Garcia: "Septembre" (de À sa guitare, 2021)

jueves, 9 de septiembre de 2021

CON AYUDA DEL TIEMPO


“Si cada persona es un mundo, cada pareja es tres; el de él, el de ella y el que nace de la colisión de aquellos dos, aún más inestable e impredecible”.

Esto escribí hace unos años. Y me parece bien. Pero leído ahora hay algo que me chirría. ¿Por qué “el de él y el de ella”, y no el de él y él, o el de ella y ella? Si hoy se reeditara el libro en que aparece esa prosa, ¿la corregiría? Con estos asuntos nunca se sabe: sabe más el tiempo que nosotros. Tal vez alguien la lea dentro de unos años (mis hijas sin ir más lejos) y le parezca cosa retrógrada, hasta homófoba. ¿Merece la pena ser cuidadoso aun a costa de la claridad, esa otra cortesía? A día de hoy, no lo sé. Consejos vendo y para mí no tengo.

P.S. A uno no le dejan vivir, por si no tuviera bastantes dudas de por sí. ¿Pues no va el corrector y me dice que cambie “a día de hoy” por “hoy en día”, o sencillamente “hoy”?

Nicasio.