miércoles, 11 de junio de 2025

JO QUÉ DÍA

 

10h. Un último repaso hasta la inoportuna (todas lo son) reunión de las 12.

12h. La vida es lo que no te pasa mientras estás en un claustro.

14h. Comida frugal, de pie. Es maravillosa la facilidad y rapidez con que se resuelve el asunto cuando se está solo.

15:07. Camino de Palencia, en una ladera sembrada de cereal hace lobos el viento.

16h. Examen. Disfruto creyéndome lo bueno que soy, terminando cada pregunta con una especie de conclusión, vendiendo la moto de ideas satélites cuando los datos son exiguos. Termino con la mano bailando el dengue dengue.

19:30h. Me comprometí a meterme hora y media en la caseta de Eolas, compartida con Difácil. No está el editor. Parece que nadie me esperaba ahí. Está un poeta joven, paisano mío como yo “en el exilio” (dice). Acaba de editar un libro de poemas y le hace la venta y contabilidad a H. Tira el anzuelo a algún curioso hablándole de mi diario y mi penúltimo libro de poemas. Me hace gracia y hago lo propio con su libro. Él lo hace muy bien, pero, dice, no va buena la tarde, “se ven pocas bolsas”. Nos queda comprarnos mutuamente. La caseta parece el camarote de los hermanos Marx. Están también alguien de Difácil y un novelista de la casa. Se para ante los libros una escritora local que se ve poco menos que obligada a comprarle a este la novela, pero tiene la cintura de señalar otro volumen y decirle: “pues esta novela de aquí es mía”. El otro se ve poco menos que obligado a comprársela. Este gol mutuo hace mucha gracia a mi compañero. Suenan las nueve en el reloj del ayuntamiento y me despido de él. Tiene que totalizar, me dice.

23h. Noche, patio, luna. Escucho a Weval. Suenan como nadie, pero les falta la emoción sencilla. Luego la maravillosa “Gabriel”, de Yagya, y “The phantom of us”, otra que tal, que envío a F. y A. Pienso luego, a cuenta de otra cosa, cómo las nuevas tecnologías ponen de relieve la escasa formación emocional de la gente.

0h. Me ducho. Un masaje en la cabeza sacude ciertos pensamientos mezquinos. Resuelvo ver la segunda parte de un partido de baloncesto. Polizón se sube a la cama y apoya su cabeza en mi barriga. Potente ronroneo. Se me ocurre escribir todo esto, y en ello estoy cuando oigo salir por los auriculares música de viento (de fanfarrias malagueñas cuando ataca el Unicaja y de varias docenas de silbidos cuando ataca el Barça). Intuyo que disfrutaré más con estas chuscadas del público que con la victoria de mi equipo, que ya sé que ganó de 4 a pesar del calamitoso Satoransky. Tengo entonces la sospecha creciente de que las fanfarrias puedan estar grabadas, porque por muy disciplinada que esté la charanga me parece imposible que acaben tan a la vez sin que un trompeta haga un tirirí. Me río mucho con la selección musical, sobre todo con el extemporáneo “Pinocho fue a pescar al río Guadalquivir” y con un jingle cromático descendente cada vez que Willy Hernangómez, otro pufo, falla un tiro libre, lo cual sucede a menudo.

1:30h. Dejo por fin el móvil. Escribo, también en la guarda trasera de Flores del Bierzo lozanas y mustias, un aforismo: “A dios le salió mejor el poema de la infancia que el de la vida adulta”. Hay también anotadas cuatro preciosas expresiones de ese libro: “rascar la lengua” (por hablar), “poner los huesos en punta” (por levantarse) y dos referidas a la ebriedad (“mojar la palabra” y “centinela de la bota”). Cierro y apago todo para volver a comprobar que, entre tantas cosas buenas, no hay ninguna que lo sea tanto como dejar en paz a la cabeza.


Yagya: "The phantom of us"
(de The inescapable decay of my heart, 2012)


lunes, 12 de mayo de 2025

PRESENTACIÓN DE EL CIELO SIN CAMINOS

Marchando una de autobombo. Enlazo el vídeo de la conversación con Pedro Ojeda en la casa museo de José Zorrilla con motivo de la presentación de El cielo sin caminos. Parece que se puede ver aun sin tener Facebook cerrando la ventana emergente.



lunes, 5 de mayo de 2025

PRESENTACIÓN EN LA CASA DE ZORRILLA

Este miércoles día 7, a las 19:30 h., Pedro Ojeda y yo conversaremos en la casa de Zorrilla de Valladolid sobre poesía y otros desatinos, y leeré poemas de El cielo sin caminos. La charla será retransmitida en directo por el facebook de la Casa-Museo Zorrilla. Los asistentes recibirán como diferido regalo la visita en sueños del fantasma del vate (Zorrilla, no yo), quien le recitará versos que, quizá esta vez, resucitarían al mismísimo Larra.


sábado, 19 de abril de 2025

UNA BANDA SONORA DE UN VIAJE

 

Vuelvo de Zazuar por la carretera nacional, que llega a León más recto que la autovía, y además lleva más primavera. Aranda, Tórtoles de Esgueva, Magaz, Palencia, Villalón de Campos y Albires, donde conecta con la Valladolid-León (o Gijón-Adanero). Todo está a punto: el campo en rompimiento de verdes, el atardecer de hora y media (lato sensu), y a mi disposición todas las músicas del mundo. No sé los años que hace de la última vez que pasé por aquí. Es la misma carretera por la que volvía, en el año 2001, cuando completaba mi jornada en la escuela de música de Aranda. Entonces mi corazón viajaba nervioso hacia I.; dos años después viajaba, también nervioso, desde S.

Escribí entonces un indefendible poema sobre esos viajes, en el que decía que iba escuchando en ellos, uno detrás de otro, los discos de Pat Metheny. Pienso qué sonidos quiero que se acomoden a mi soledad de hoy. Pruebo primero con la radio. En radio 3, unas guitarras atronadoras. En radio 2, una soprano desquiciada en una de esas arias de lo que se dio en llamar, a saber por qué, “bel canto”. Pongo una de esas listas eclécticas de Spotify, pero me conozco y sé que corro el riesgo de ir agobiándome por la sensación de estar desaprovechando el momento especial. Pone todo en paz “Encounters at the end of the world”, de Thomas Feiner, que paradójicamente es de esas canciones que te ponen en congoja, como alguna de Jeniferever o Efterklang. Sigo con la radio de esa canción. La alfombra amarilla de la colza mejora esta música en cuya profundidad siento un leopardiano dulce naufragar, como con “Vile of white”, de Trentemøller.


Thomas Feiner ("Encounters at the end of the world", single, 2020)


De vez en cuando bajo la ventanilla. El olor y los sonidos de la pajarada son sediciosos. Paro a mear a la salida de un pueblo, junto a la tapia del cementerio. Mis pensamientos me hacen gracia: esto es lo que necesitaba, qué gusto, me estoy follando a mi propia meada. De vuelta al coche me imagino a dos huéspedes del camposanto soltando ajos bajo sus lápidas: “Ya podía ese mear a la puerta de su casa”. “Ya te digo, qué asco”.

Se puede decir que ya es de noche. Necesito una música más cálida, algo que ya tenga raíces echadas en mí, mejor con voz. Feliz idea: “The melody of a fallen tree”, de Winsord of the derby, que siempre me lleva a The radio dept. (la banda sonora de María Antonieta tiene la culpa). Echo a rodar su último disco, Running out of love, de un ya lejano 2016. Un grupazo, The radio dept., y un misterio, como el toque secreto de un cocinero, la manera como filtran la voz, en lo que tienen algo de Pet shop boys (también en la rítmica, como en “We got game”). Incluso los temas que parecen menos afilados se sacan de repente, en el minuto dos o tres, un teclado, una armonía vocal, un puente que dan “el esperado susto”, como el delantero que se saca un gol de la nada. El colchón de fondo de “Occupied” me recuerda a Twin peaks. Y así voy tirando de estas cerezas enganchadas hasta que llegan dos canciones seguidas que me recuerdan por qué, además de por sonar mejor que nadie, me gusta de verdad este grupo, “This thing was bound to happen” y “Can´t be guilty”. Y es por una especie de frescura indefensa, una ingenuidad, un toque naif que nos ganan por lo sencillo, como un río por sus recovecos y sus remansos de paz.


The radio dept.: "This this was bound to happen"
(de Running out of love, 2016)

The radio dept.: "Can´t be guilty"
(de Running out of love, 2016)

martes, 25 de febrero de 2025

POEMA DE FRANCISCO BEJARANO


ADVERTENCIA

 

Pude querer y ser correspondido.

El amor poderoso me dio miedo

y me hizo fingir un amor suave,

un distante sentir pagado pronto.

 

Temí el poder de sentirme querido

y la debilidad de amar a otro.

Callé. Disimulé cuánto quería

y cuánto me querían no lo supe.

 

Fui perdiendo. El amor hay que decirlo,

demostrarlo con gestos delicados.

Si del amor nos paraliza el miedo,

qué despilfarro en una sola vida.






sábado, 8 de febrero de 2025

UN RUSO, UN FRANCÉS Y UN PORTUGUÉS

 

Youth resort: "Игла" (de Godspeed:), 2025)

Edward Barrow: "Un monstre parfois" (de Manzatore, 2025)

Super condutores: "Hoje" (single, 2025)


jueves, 2 de enero de 2025

QUIÉN HABLA


La realidad, lo que llamamos realidad, pone un velo sobre lo real real. Por detrás de él se siguen viendo la cama, el árbol, la lámpara. Pero no vemos el alma de esas cosas, no escuchamos lo que nos dicen. Quién sabrá mirarlas de igual a igual, acompasar la respiración a su respiración sin sentir que le falta y a la vez le sobra aire, como al sacar la cabeza por la ventanilla de un coche. Quién se detendrá el tiempo suficiente para entender que las cosas son siempre más de lo que son.