sábado, 19 de octubre de 2013

AFORISMOS DE ÁNGEL CRESPO

Antes de escribir hay que aprender a no hacerlo.

Para ser capaz de decir algo hay que renunciar a decirlo todo.

Lo callado amplifica lo dicho.

No es cierto que se pueda encontrar poesía en todas las cosas; sí lo es que todas las cosas pueden encontrarse en  la poesía.

Quien quiera hacer una gran obra poética ha de trabajar en ella con pereza y constancia.

Con el tiempo, contra el tiempo.

La poesía no busca el misterio, sino la verdad: por eso es misteriosa.

Escribir poesía es inventar lo cierto: como si no lo fuera.

El poeta toca una flor y la convierte en flor. Y no hay metamorfosis más profunda.

La poesía no pone los puntos sobre las íes, sino las íes bajo los puntos.

Todo pensamiento sistemático conduce al absurdo; sólo la intuición poética descubre los fundamentos de la verdad.

Sí hay algo nuevo bajo el sol: cada poema verdadero.

A cada poeta se le lee en su obra y en la de los demás. Por eso, leer a un solo poeta con olvido de los otros es no leerlo.

Poesía real e inaprensible: como en un espejo.

Una imagen bella vale más que todos los silogismos.

No cambies: varía.

Cuando se lo corrige con disminución, el poema se hace más nuestro; con aumento, más del aire; sin lo uno ni lo otro, más de sí mismo.

Bajo cada poema hay otro más precioso que él, como un tesoro. Todo es cuestión de querer y saber cavar con fe.

Corrección no es arrepentimiento, sino reiteración y, a veces, reincidencia.

Quien no se contradice no se dice.

No escribas para el presente ni para el futuro, sino para los capaces de entender.

Esas poetisas que se conforman con desnudarse.

La sabiduría no es fruto de la ciencia, sino de la conciencia.

Hay almas -y pueblos- que son como un estanque al que se arrojase una piedra y no produjese ondas.

Somos lo que incesantemente estamos dejando atrás, lo que todavía no somos.

Unamuno veía bien, pero oía mal.

Debussy escribía en un espejo; Stravinsky, detrás del espejo; Schönberg, en el marco del espejo.

Bach: "¡Creo!" Beethoven: "¡Lucho por creer!"

El verdadero mundo de la pintura es invisible; el de la música, inaudible; el de la poesía, inefable.

1 comentario: