“Este es uno de los libros más abruptos ineptos y
chabaca[ne]ria infantil que he ojeado, y digo ojeado que no leído porque ni
dice nada ni participa en nada. Si encontráis algo peor leerlo.
Y pensar que
mi obra “Púrpura en el viento” quedó finalista frente a esta bazofia… Así está
el mundo de la No Poesía, así ven los jurados tanta idiotez. ¡En fin, así nos
va!”
Qué pena no
poder dar a esta historia su final: de Púrpura
en el viento, si existió, no hay rastro en la red. Si su sintaxis era la misma que la de la No
Dedicatoria, mejor que no haya existido. Pero que me quiten lo
bailao: primero la emoción de dar con un libro de versos dedicado (eso creía) por
su autor, y después el asombro por el hecho de que alguien se tomara la
molestia de quedarse a gusto, con caligrafía bella y pajaritos en la firma, con
quien supuestamente le levantó el premio. Aunque, bien pensado, quizá haya
cierto cálculo en ello: no es mala estrategia promocional, si bien un poco
cara, la de poner el título del libro de uno en la portada de otro para
luego venderlo. Si no, a qué indicar que el suyo fue declarado finalista por
un jurado al que luego descalifica: acertó al destacar su libro (era tan
superior que no podía ser de otra manera, parece pensar) pero falló de
modo garrafal al no darle el premio (movido, seguro, por oscuros intereses
clientelares). A mí me tocó la pedrea: que el autor de la chuscada convirtiera
involuntariamente un libro que no vale nada en un ejemplar curioso. 2 euros
tenían la culpa. Lo compré, por supuesto.
Qué curioso y divertido! De novela. Saludos,
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