COLIRROJO
Vencido ya el verano
en el aire y en mí –bien me parece–
he abierto la ventana a un nuevo otoño,
y ahí estás el primero,
perchado en tu azotea, masticando
los cristales de algún sueño del mundo
hecho añicos hace ya tanto sueño.
Y el mundo, di, ¿será por ti, tú tan pequeño,
que hoy vuelve a ser el niño
que se deja lavar por el rocío
diáfano de lo puro, ese tu canto?
No puede ser monótono
si afinando la misma melodía
te ven soles y lunas.
Al contrario. Es la humana
desatención no más la que podría
pensar tál de labor tan acabada.
Igual quisiera que mi decir fuese
decantación sin mengua, miga digna
de ti y de tus secuaces,
porque cómo podría dejar ya de deciros,
secreto autillo, mirlo, cogujada,
amigo colirrojo,
tizón para más señas.
qué orgulloso se sentirá el COLIRROJO ...y los que releemos tú poema.
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