“Joder tía, hay una cola para el pan que parece que lo
regalan.” Es la hora en que los padres acaban de dejar a los niños en el colegio.
Nada raro, por tanto. Ella va a lo mismo y vuelve de lo mismo. Parece que no es extraño que ella aproveche para comprar el pan, pero sí que lo hagan los demás. En un alero un pájaro pequeñísimo saluda al
aire del primer invierno. Ese no se queja.
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