jueves, 30 de marzo de 2017

RESOLVER DE UNA VEZ



Al salir del centro deportivo, celebramos la buena idea de llevar a las niñas a la piscina. Bueno es que cojan confianza con el agua, pero también, y aquí la expresión que hace medio gracia a Sara, que nos resuelva la mañana del jueves. Y es que así dicho es como si fueran las mañanas, los días y los meses fechas que ir tachando a la espera de no sé qué liberación, que empiecen a ir al colegio, que nos dejen desayunar en una cafetería leyendo el periódico mientras se entretienen con sus pinturas, que jueguen sesudas partidas de ajedrez mientras escuchamos música en el sofá o que vayan a la universidad y regrese el orden a la casa (un orden que acaso entonces nos parecería desconcertante y triste).
Algo parecido hay en esa expresión mil veces oída y odiada desde que nos dijeron que tendríamos mellizas: “Así ya lo tenéis hecho de una vez”. Y uno se pregunta, hecho el qué, por qué dan por sentado que no querremos tener más. O bien esta variante: “Así lo pasáis de una vez”. Como si la crianza fuera una gripe que hay que pasar sí o sí, y mejor cuanto antes. Por lo menos habiendo tenido dos nos hemos librado de lo de la parejita (nadie hasta ahora ha sido tan osado como para preguntarnos si no iremos a por las parejitas. Sudores me entran...)

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