viernes, 8 de diciembre de 2017

CASO DE DUDA, NEUMAN



Tras unos más que prometedores inicios en la poesía (de Métodos de la noche, El tobogán o La canción del antílope se podría hacer una antología con un buen puñado de poemas memorables), Andrés Neuman alcanzó la madurez poética con el sobresaliente Mística abajo (2008). Cinco años después, la extrañeza: dos poemarios unidos en un volumen (No sé por qué y Patio de locos) que parecen escritos por otra mano, desde luego menos templada. De lúcido a lúdico: mal asunto. Ojalá se trate de un “vuelco de cajón” y podamos volver a leer al poeta donde lo dejó en aquel ya lejano Mística abajo.

Entretanto, Andrés Neuman ha ido levantando el sólido edificio de su prosa, de la que prefiero sus dos libros de aforismos, por ser donde más se deja ver su linaje poético: El equilibrista y este Caso de duda (Cuadernos del vigía, 2016) que me lleva a preguntarme por qué su autor no habrá empleado el saber ver que demuestran estos pensées en sus poemas. Qué prometedor sería aquel que terminara con este verso disfrazado de aforismo: “¿Cuánto estar hace falta para dejar de ser?” 

*

La risa trabaja.
El miedo ve. La cobardía ciega.
Toda distracción es interna.
La gente que habla alto tiende a pensar bajo.
Nos espera una larga infancia.
El cumpleaños es el aniversario del que ya no somos.
Un viejo es un joven tomado por sorpresa.
Definitivamente, lo provisional.

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