domingo, 24 de diciembre de 2017

FELIZ NAVIDAD

De mi amigo el poeta jesuita Luis Guillermo Alonso, dos poemas. El primero, perfecto para esta noche, y distinto, por poner el foco en la discreta figura de José. El segundo, de su inédito Sentir tus pasos, es marca de la casa. De una casa tan grande y asombrosa como desconocida. Pero de ello hablaremos otro día. Mis deseos de que pasen unas felices fiestas.

Un hombre llega a padre
de un hijo al que no recibe nadie,
ni su propia familia.

Su padre era un hombre callado,
un padre callado.
Pero su silencio sí recibió al hijo.
Lo supo recibir y querer,
José sí.

Admiro su silencio,
respeto su silencio.
Sabemos de este padre muy poco. Era discreto.
Puso a su hijo "Jesús". Le dio ese nombre.
Sé que le amó como a hijo, muy responsablemente.

Le transmitió su estilo.
Sé que el Padre mayor, por ser tal padre,
le miró sonriente.

*

Muéstrame en cada quién, si aún tengo cura,
su costado de luz.
Edúcame a fijarme en el flanco más limpio
de aquél con quien convivo.

Y aun del peor suceso,
ayúdame a mirar el lado luminoso.
Puede mostrar la fuente
de algún tesoro oculto.

Y no me ocupe más
que de lo bueno, bello y verdadero.
Ya ves. Lo pido a ti
que todo lo levantas a la luz de tu imagen.


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