jueves, 30 de enero de 2014

EL ÚLTIMO SILENCIO DE FERNANDO ORTIZ

"Hay un proceso de mineralización que a todos, a unos antes, a otros después, nos va afectando con el paso del tiempo. Por eso nos duele especialmente el paso del tiempo. Por eso la gran poesía de todas las culturas y de todas las épocas suele ser elegíaca. "Se canta lo que se pierde", dijo don Antonio Machado en breve sentencia, y cantamos con dolorida rabia porque lo que se nos va, aun viviendo, es la propia vida. Antes de que esto ocurra, física o espiritualmente, deseaba escribir estas líneas. Quería dejar dicha mi absoluta profesión de fe en la Poesía. Puede ser que llegue un día en el que no sea digno de ella, ni de que su rumor de agua pura manando de la más honda fuente haga siquiera temblar las pobres y marchitas hojas de nuestra alma. Es posible que estas hojas estén ya muy secas o que, incluso, el viento del otoño nos haya despojado de ellas. Pero nunca, al igual que el ciego no puede apreciar la belleza del arco iris, nunca, nunca jamás, habremos de culpar, pese a nuestra ceguedad e impotencia, de esa carencia nuestra a la Poesía."
(Fernando Ortiz, de "Profesión de fe", prólogo a Vieja amiga, La Veleta)
*   *   *
VERBVM
La palabra es altiva señora de los hombres
que en sí nada contienen y que por eso invocan
a su forma sagrada con mísera esperanza.
Pues sin ella, ¿qué harían? Se dejarían caer
al vacío sin fondo. Porque llega un momento
en que se vuelven grises los colores más vivos
que la infancia dibuja. Es cuando la pasión
se va desvaneciendo en el pecho cansado.
Y se secan los ojos. Y se doblan las piernas.
Pero la mente aún lúcida confía en la palabra
pues es ella la cifra de todo lo que amamos:
el aullido del lobo en la noche de invierno,
la caricia del agua y el olor de la yerba,
nuestras lejanas lágrimas en la infancia perdida
y hasta el dorado sueño de que quizá retorne
el violento perfume de la dicha.
Mas los sueños se pagan. Para aquellos que osaron
abrir de par en par sus alcobas más íntimas
les llegará, envuelta en el frío de noviembre,
la importuna visita, la vieja prostituta
de repulsivo afeite. Aspirarán entonces
los fétidos olores de las flores podridas.
Y habrán de revestirse de coraza de bronce
cuando sepan que todo lo que aprender lograron
con el único empleo laborioso del verbo
era sólo el presagio del último silencio.


sábado, 18 de enero de 2014

BALÓN DE LLORO, Y II

...El poema chafado.

Hizo el año en septiembre que entretuve uno de mis raros ocios con esta charlotada sobre la que dudé no poco si traerla aquí. Tanto que al final no lo hice. En cuestiones de actualidad la ocasión la pintan calva, como suele decirse, signifique esta frase lo que signifique. Si hoy comparece es por la segunda oportunidad que la actualidad misma (la entrega del dichoso Balón de oro) le ha dado... aunque haya cambiado la película. Es lo malo de los versos de ocasión. No aguantan la prueba del algodón de la poesía: el tiempo. Creo, con todo, que es un poema digno. Empleé en él un buen tiempo, en el doble sentido de generoso y de bien aprovechado; no menos tiempo que en otros que sí entraron en Lo breve eterno. Este no lo hizo porque es otra cosa. Mejor explicado, porque no: lo último, epatar. Y a quienes pudieran objetar que para ser epigrama debería ser más breve, les diría que la brevedad es harto relativa, y que mucho más extensos y aún latosos los vio la muy justamente ponderada Antigüedad. Por lo demás, perdón a Darío.  


EPIGRAMA

Cristiano Ronaldo declaró sentirse triste al finalizar
el choque de su equipo ante el Granada, en el que
no celebró sus dos goles. Preguntado por las causas
de su tristeza, se limitó a responder: "El club lo sabe".
(leído en prensa, 3/9/12)
                                   
                                     CR7 está triste... ¿qué tendrá CR7?
                                     Los suspiros se escapan de su boca. El ariete
                                     ha perdido la risa, ha perdido el donaire.
                                     CR7 está mustio sin su Balón de Oro,
                                     sin su UEFA Best Player, sin su Bota de Oro,
                                     y su murria en el césped se tiene por desaire.

                                     La grada canta el triunfo de los cisnes blaugrana
                                     y el ocaso sin alba de la era cristiana,
                                     y vestido de blanco sombra de ayer semeja.
                                     CR7 no marca, CR7 no asiste,
                                     CR7 deambula por el campo. ¡Está triste!
                                     Mal la afición despeja la ecuación de su queja.

                                    ¿Piensa acaso en el príncipe de Rosario, Lionel,
                                    que a Maradona avanza y gambetea a Gardel?
                                    Espumas, si le mientan a ese gaucho innombrable
                                    regurgita su boca, y hasta un pálido Iniesta,
                                    más feo de aquí a Lima, osa aguarle la fiesta
                                    a él, tan guapo, tan metro, tan chic, tan adorable.

                                   Qué lejanos los tiempos en que se señalaba
                                   el cañón de su muslo si el marco franqueaba.
                                   No le falta salud, no le falta el alpiste.
                                   ¿Mal de amores le apura? ¿Un celoso arrebato?
                                   ¿La subida del IVA? ¿Busca nuevo contrato?
                                   ¡CR7 está mustio, CR7 está triste!

                                   De su ídolo el mohín desabrido y blandengue
                                   no se ha tomado bien la parroquia merengue,
                                   ni El buitre, ni su Amo, de fachada flemática.
                                   Ya sólo el sacaojos le avala, y los palmeros
                                   de los Punto Pelota, As, Marca y Futboleros,
                                   arribistas ronceros de caverna mediática.

                                   No escuches, CR7, ni te falta un hervor
                                   ni siete. Tú te debes de la grada al fervor,
                                   y sabes bien que nunca se comprendió al artista,
                                   que no eres sino víctima de envidias de infelices
                                   que no te pueden ver, como tú mismo dices,
                                   porque eres "guapo, rico y un gran futbolista".

jueves, 16 de enero de 2014

BALÓN DE LLORO, I

Se sabía desde hacía días. La presión ejercida por el lobby merengue, con mosén Pérez a la cabeza, ha dado fruto: Cristiano Ronaldo ha sido premiado con el Balón de oro 2013. Fruto serondo en este caso, pues corría aún el mes de octubre cuando los medios más arribistas de la caverna empezaron a dar la matraca para que fuera a parar a manos de cr7 (respetaremos la marca con que él mismo se ha registrado). Ah ¿pero es ya?, se preguntaba uno. Y no, no era ya, era en enero. ¿Y van a estar tres meses con el raca raca? Y sí, estuvieron. Y están. Y estarán. Pero volvamos al "estuvieron". Esos mismos medios que le reían las gracias a Mourinho (ya saben, meter el dedo en el ojo a un compañero de profesión, preguntarle a otro cuánto cobra para restregarle que él gana veinte veces más), contribuyendo al encabronamiento del país, no perdían ripio: que si hat trick de cr7 ante el Sevilla, que si cr7 decisivo en la clasificación de Portugal para el Mundial, que si recadito de cr7 a Blatter... Y aquí entra en juego el dueño del chiringuito, el que realmente da el premio, por más que este venga supuestamente avalado por un liosísimo sistema de votaciones. No son pocos los seleccionadores y jugadores que ya han denunciado la manipulación de su voto. Pero hagamos memoria... En una donosa entrevista ante un grupo de estudiantes, Joseph Blatter, presidente de la FIFA (federación internacional de asociaciones de fútbol), cometió la indiscreción de mostrar su preferencia por Leo Messi, al que comparó con un bailarín de ballet, y la torpeza de imitar a cr7, a quien comparó con un militar, en una parodia de trazo grueso en el más puro estilo chiquitistaní. Tanto irritó esto al delantero portugués que amenazó con no asistir a la gala de entrega del premio, con el desdoro que esto supondría para el mismo. Todo lo que vino después no ha sido sino un intento de desagravio por parte del mandatario que incluyó una injustificada ampliación del plazo de votaciones cuando ya se daba a Frank Ribéry como virtual ganador, proceso culminado por la concesión del premio a cr7, a todas luces injusta. Veamos por qué.

Cr7 es un gran futbolista y un buen profesional (dejemos a un lado la condición de deportista). Ha marcado muchos goles en el año 2013, con una media impresionante. Pero siendo el fútbol un deporte de equipo, ¿para qué ha servido esos goles? Jamás se prestigió tanto el Teresa Herrera (el torneo de pretemporada del Deportivo de la Coruña). Dígolo porque es el único título, si tal se le puede considerar, que cr7 ha ganado en 2013. No es necesario compararlo con los conseguidos por Ribéry (a mi juicio y el de cualquier futbolero que no lleve la bufanda puesta, el merecedor del premio): Liga y Copa de su país, Champions, Supercopa de Europa y Mundial de clubes. Es decir, todo lo que se puede ganar. Desde 2000 no se daba el premio a un jugador sin ningún título en su haber. El argumento de su papel decisivo en la clasificación de Portugal para el Mundial, conseguida en la repesca, cae por su propio peso: si tan decisivo ha sido, ¿cómo no la obtuvo en la fase de grupos, donde no fue Portugal capaz de quedar por delante de una mediocre Rusia? Que se conceda el premio a un jugador con esos antecedentes, con la única credencial de los goles (para los que ya existe otro premio, este objetivo, la Bota de oro, ganada por cierto en su última edición por Leo Messi), supone un desprestigio definitivo para el Balón de oro. Hasta el presidente de la UEFA (sucursal europea de la FIFA), Michel Platini, que sabe algo del asunto (ganó el Balón de oro en tres ocasiones), se ha atrevido a protestar: “Alguna cosa ha cambiado desde que el Balón de oro lo organiza la FIFA. Durante 50 años se ganaba por el palmarés sobre el terreno de juego y ahora se mira el rendimiento individual de los jugadores. Y este es un problema”. Demoledor...

La escenificación de la gala no fue menos postiza. El llanto de cr7 al recoger el premio expresaba la liberación de una presión brutal. Algunos han elogiado esas lágrimas. A mí me lo habrían hecho más humano, más cercano, más persona, menos cr7, si no supiera que no habría sabido perder, como sucedió otras veces. Eran las lágrimas del niño malcriado al que le dan un regalo para que no rompa nada, que sólo sabe estar si le bailan el agua. "Merezco ganar el Balón de oro todos los años", llegó a decir (se ve que no tiene abuela). Lo que hay detrás no es más que una tremenda falta de formación a la que en nada ayuda una prensa deportiva de pandereta. Eran de ver las lágrimas de uno de esos forofos, un tal Roncero, que pretendía convertir un premio individual en una cuestión de estado.

Pero lo peor no es tener que aguantarles. Lo peor es que me han chafado el poema... Pero eso mañana (es un decir)...

viernes, 10 de enero de 2014