viernes, 14 de febrero de 2014

EN EL TREN

Como vuelvo en tren a mi paisaje, que es como volver a casa en casa, voy sobre nubes. Abro el cuaderno de los poemas y anoto algunos títulos: “Historia universal”. Paso dos hojas. “A una rosa modificada genéticamente”. Dos hojas más. “Colirrojo”… No es que sea gratis soñar, es que nos paga, y lo hace en intangibles que –es humana condena– la mayoría de las veces nuestra ceguera convierte en imperceptibles. Quién sabe. La idea, claro, está, y el final, que es el principio. Ya sólo falta escribirlos, el verso que nos den las avefrías que descansan sobre los panizos anegados, el de la cinta leve de los chopos, el verso libre de las nubes sonámbulas, el verso blanco de los montes nevados, del Curavacas al Teleno. Y, no menos necesario, el sinuoso arroyuelo tutelar de los versos pasados con su caricia de amor propio.


2 comentarios:

  1. FOTO Y COMENTARIO INVITAN AL PLACER DE SOÑAR.......VIAJAR ENTRE NUBES,COLORES.......
    FELIZ CUMPLE.
    SIGUE SIENDO "ALEGRIA DE VIVIR".

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  2. En la primera frase de esta entrada me insertó yo también, con mi propio tren, mi propia casa, mis propias nubes, que a veces, erróneamente, creo que son las mismas de ayer.

    Un abrazo

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