domingo, 28 de diciembre de 2014

ENTRAÑABILISMOS

Polizón absorto, en su mundo gatuno, perfectamente serio, mirando al horizonte.
–Parece que esté sonando el himno de su país. (S.)

Desde la cama, el primer sonido del día, una voz infantil, entrañabilísima:
–¡Un furbi! Lo que había pedido. Oh, qué suave, mira. (P.)

–¿Quién va a dormir la siesta esta tarde?
Contesta otra voz blanca, esta vez de niño, señalando y cargando la te: “¡Tú!” (M.)




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