El amor no decrece:
cambia, es decir, crece. Otra cosa es hacia dónde. (Como diría Gaya,
creo que debería insistir sobre este tema).
* * *
“Lo
que sucede, es decir, todo aquello que constituye la historia no es
lo real; puede parecer lo real porque se alimenta de lo real y le
roba materias, materiales, sustancias, pero no tiene vida propia,
vida real, sino robada, prestada, de carácter parasitario. Lo real
es una constante, sin paso, todo presente, vida.”
Por una vez en
desacuerdo, porque lo que llama Gaya lo real, todo presente,
vida, tampoco es una constante, ni podemos –manos de un mismo cuerpo– desparejarlo de lo
que sucede, de la historia.
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