lunes, 25 de junio de 2012

PASEO

Paseo con querencia hacia el río, luna en creciente. Se trataba tal vez de regresar a la piel del joven que se descubría carne amante en el mundo, practicante vehemente del perfume del aire; de rememorar este mismo paseo de hace diez, doce, quince años, un suspiro.

Lamento los cambios que presenta la margen del Pisuerga, aunque sería justo aclarar que no por encontrarse en peor estado. Sucede que a su orilla una mujer me dio una noche el sí de sus labios sobre la rama de un árbol, y que ese árbol ya no existe.


1 comentario:

  1. Qué bonita foto. Y el árbol ahí lo veo también, salvado (nomen omen) en esta entrada.

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