viernes, 13 de abril de 2012

DUENDEANDO

Anticipo con delectación el momento de ordenar mi biblioteca, cuando al fin todos mis libros se ofrezcan juntos y en orden, italiano con italiano, teatro con teatro, Pereira con Pereira.

Mostrarán entonces sus lomos orgullosos, y anhelantes y duendeando combinarán traviesos sus letras tapa adentro para formar en cada página el implorante texto “¡a mí, a mí, a mí, a mí!”.

2 comentarios:

  1. Con delectación y un punto de emoción contenida sujeto un ejemplar de "Quietud" en este momento, y aunque te imagino poco permeable a los halagos, he de decirte que es alentador y maravilloso este libro. Voy a seguir duendeando. Espero seguir hallando en estas páginas esa aristotélica quietud observadora, que es capaz de hallar la cifra del misterio.

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