martes, 4 de noviembre de 2014

AFORISMOS DE SANTIAGO RUSIÑOL (I)

Aunque destilados, a decir de Pla, durante cuarenta años, los aforismos de Máximas y malos pensamientos sirvieron al pintor y escritor modernista Santiago Rusiñol de purga contra el miedo a la muerte y la murria de los últimos años, con sus arrechuchos y sus hipocondrías. Publicados cuatro años antes de su muerte y subtitulados con el lema "Pensa mal y no erraràs", en ellos convierte Rusiñol en blanco de su mordacidad a médicos (significativamente recurrentes), jueces, políticos, mujeres, mendigos, jugadores, artistas, turistas, negros, emigrantes o chinos. Tiene para todos. También para él; la primera persona del plural comparece a menudo: "A quien ha sido rico y ahora es pobre, para excusarnos de ayudarle le tratamos de irresponsable." También bufonean, como en cuadro de Solana, los verdugos, herencias, cuernos, testamentos..., un macabrismo un punto macarra que provoca en el lector una sonrisa más cáustica que cordial. El extremismo de sus invectivas, impensable hoy, inspira más compasión que rechazo, e invita a tender un piadoso puente que salve los casi noventa años transcurridos desde su publicación. Eran otros tiempos, por fortuna ("Los pájaros tienen las plumas para pavonearse. Las mujeres, para pavonearse, necesitan a las modistas."), o por desgracia ("Los gobernantes siempre son malos, pero son lo más selecto del pueblo.") 

La edición, en la colección Cardinales de Vaso Roto, es ejemplar. La traducción y el prólogo, conciso y sustancial, corren a cargo de Francisco Fuster.

*

Al trabajo le llaman virtud quienes no tienen que trabajar, para engañar a quienes les hacen el trabajo.

El pueblo siente más admiración por quien se ha hecho rico explotándolo que por quien se arruina para servirlo.

Una revolución es el triunfo de los ambiciosos de abajo sobre los perezosos de arriba.

El triunfo de las mayorías no es razonamiento, son empujones.

Engañar a los hombres, de uno en uno, es bastante más difícil que engañarlos de mil en mil.

Si es verdad, como aseguran, que la propiedad es un robo, el día en que todo sea de todos, todo el mundo será ladrón.

El robo, si es muy grande, se dignifica.

El absolutismo es la tontería concentrada. Y el liberalismo, la tontería dispersa.

La pena de muerte puede ser un buen ejemplo... para el muerto. Si pudiese resucitar le serviría como experiencia. A los vivos no les sirve para nada, pues todos piensan que no va con ellos.

Los regalos que hacen los grandes millonarios a la humanidad no son regalos, sino propinas.

El asesino es un héroe al revés.

La iglesia tiene dos grandes fuerzas: la amenaza y la esperanza. Sin el castigo no irían los malos; sin el premio, no irían los buenos. Quien duda es carne de purgatorio.
 
Decir "Dios te guarde" a los pobres es enviarles a cobrar a casa de un desconocido, y sin recomendación.
 
Para pedir limosna hay que ir limpio pero mal vestido. El pobre que viste bien no da pena y el que va sucio da asco. Hasta la compasión se debe inspirar con medida.

La mayoría de los hombres que se califican de austeros no tienen hambre.

La austeridad es la avaricia de la virtud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario