La simple contemplación de las evoluciones de un perro en la calle o
de una nube en el cielo otorga a nuestros sentidos la porción de belleza que
nuestra naturaleza exige. La realidad, fuera y dentro, está cuajada
de planos, versos, instantáneas. El poema, la fotografía, la
película, están aún por hacer.
Y qué difícil la ascesis creativa. Las lindes del poema, qué esquivas. Un saludo. Ando con la idea de leer tu poemario. Pronto será.
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