Demasiados días sin parar por aquí. Demasiadas obligaciones, unas propias del fin de curso, otras sobrevenidas; no todas enojosas.
Eso sí, debí haber avisado, como el dueño del bar advierte a su clientela de un cierre momentáneo. Me importa resarcir a la exigua parroquia que abreva en este chigre del aire con el mejor zumaque de la casa (sea mejor o peor), ese vinillo del poema inédito que guardamos para la mejor ocasión.
"Canción, tilos"
No se me ocurre una manera más bonita de darnos a leer un poema, con las sombras de los tilos, dejando que la imagen la den las palabras. Enhorabuena. Me remitiré mucho a este vídeo.
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