–Pues unos
señores que vivieron aquí hace muchos años.
–¿Y se han
morido?
–Pues sí, se
han muerto.– Y tras un silencio que augura lo peor,
–¿Papá y mamá
se van a morir?
A la mañana
siguiente, una pareja de gitanos con dos niños rebuscan en unos contenedores.
La madre abre uno y, tras mirar el padre, coge a la niña y la mete dentro para
que vaya sacando cosas. A Andrea, a la que no se le escapa una, apenas le sale su más
sufrida vocecilla: “¡Han ponido a la niña en la basura!”
Qué sustos,
y qué decir.
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