El gesto congelado de dos hermanos, niño y niña, al oír la
respuesta a su inocente pregunta –¿qué hora es?– dada por parte
de una pareja de la parcela de al lado que lleva dos horas facturando
porros y bebiendo sidra: “Mirad al sol”.
Qué inanición, la estupidez humana no tiene límites, lo digo, claro, por la pareja de fumetas, pero esta holganza moral pasará fractura (no es una errata). Te mando un saludo cordial, allá donde estés no me cabe duda, crece la hierba.
Qué inanición, la estupidez humana no tiene límites, lo digo, claro, por la pareja de fumetas, pero esta holganza moral pasará fractura (no es una errata). Te mando un saludo cordial, allá donde estés no me cabe duda, crece la hierba.
ResponderEliminarSalud
Manuel Marcos